El Juego de los Abalorios

Hesse afecto mi vida, como un meteorito antiguo, trastoco mi forma de ver la vida, llego tarde, es literatura juvenil me dijeron.

Por un lado reconocerme 'convergente' en mi estilo de aprendizaje, como diría Kolb-Piaget y leer 'el juego de los abalorios', me da una pista de esta búsqueda mía, encontrar una sola gran sinfonía que interprete lo humano, un poema de neruda que une la madera, los sueños, la infancia y la nostalgia; una pelicula como hilo en donde los abalorios de la música, la fotografia, la edición, la trama, y la actuación; creean una hermosa joya interpretativa.

Hoy por hoy me encuentro contra la espada y la pared, porque debo 'saber', debo tener pistas con ganchos que me permitan armar, nuevas piezas de abalorios; pero no quiero, estoy a la deriva , con la inercia de buscar pistas que le den sentido a la vida, que me den sentido, sin buscar en realidad, sin acercarme a los nuevos sacerdotes; a nuevos libros sagrados. Busvcando el concepto lejos de la bibliotecas, leyendo rayados en las calles.

Tengo en mente y saco en conversaciones tertuliadas, con algo de alcohol alegría y confianza, algunas de mis joyas empolvadas y viejas, interpretaciones de la justicia el desarrollo y lo hermoso. Aparace mi ser convergente....

Han pasado varios años, desde que comenze tarde a leer a Hesse, luego asesino a mi Duidra interior, asesino al siervo aprendiz moribundo con una estocada final, al leer 'Bajo la Rueda', porque despues todo estaba haciendo joyas no con abalorios, sino con burbujas. Mi vista miope hace que el desafio de armar nuevas joyas,sea un sufrimiento, mi oido miope.