Para mi, leyendo y releyendo, aparecen condiciones económicas, sociales y culturales que le dan un cotexto a una plataforma 'política'; esta plataforma no es otra que la democrática de participación, (habrá otra?), en que los agentes desarrollan sus acciones y relaciones buscando el desarrollo de un 'territorio' que no se limita a los bordes administrativos, sino que se 've' desde la mirada de los que constituyen el territori o como declaración.
Tanta conversación para recaer una y otra vez en un texto referido a las personas, a quienes, a equipos y a líderes, que desarrollan estrategias endógenas, vinculantes y expansivas, o no?; para desarrollar aún más las capacidades sinergicas de un territorio.
Es lo único claro (o es un claro en el bosque conceptual?), en mi lectura, que aparece como único 'vector¡: un propagador@ es un emprendedor@ económico social que hace eclosión con otr@s, conformando un grupo que gravita el discurso de lo local, de lo propio, de la autononomía.
Y es raro, conflictivo por decirlo menos, que este grupo debe enfrentar y negociar su estrategia con otros agentes centrales-dominantes, darle validez a su discurso, y platear su agenda como pertinente y necesaria.
Para ello estos agentes deben poseer ciertas características personales asociadas a la proactividad, al emprendimiento, la negociación y el trabajo en equipo. De esta conversacción, de esa forma surge la posibilidad de levantar, defender, innovar acciones de desarrollo en los mapas.
Extraño porque en el discurso del desarrollo económico local, yo escucho, estas competencias personales y sociales, como no aparentes dentro de los programas, se suponen, se subadvierten como necesarias y existentes. Y por otro surge el empoderamiento de las comunidades, sustentadas en el convecimiento a ciertos discursos más generados por líderes que están en el centro.
Uno de esos discursos es del desarrollo económico local.
