Me gusta salir temprano, me gusta llegar de noche, me gusta llevar todo lo que me queda en mi memoria de un 'paseo' por un día a la Playa: Huevos duros, pan, tomate, y bueno lo moderno ...hielera (para la cerveza), sillas de playa, bloqueador, porque ya no se usa el tomate como bloqueador solar, cierto?, nunca supe de su nivel de filtreo, y otros menesteres para las visitas.
También de lo moderno, es hace algunos años, que hice un ridiculo bodysurf en una tabla para la el desafío, desde esa epoca que no me compro una; bueno por las innumerables razones frias que tiene un adulto gordo como yo, para prefierir otras prioridades y posponer el que dirán, de un juguete para preadolescente. Entonces arriendo una; y este año me costo $500.- por todo el día, escondido en el anonimato, logro hacer tres bajadas hasta la playa, engreido no tengo a quien contarle tamaña hazaña.
También este año cai en la cuenta, que tenia cierta capacidad de convencimiento, porque exceptuandonos todos los niños y niñas que fuimos (total seis), me acompañaron 4 adultos más; a los cuales a ninguno le gustaba la playa. Y me acompañaron igual hasta cuando ya no quiedaba casi nadie.
Es decir, en mi temprana y única conversación adulta rescate algunas raices; demasiado sol, que la arena, que el olor, que las algas, que el color, que las olas, el viento, los vendedores, que el calor, que nunca nos gusto, que a mi papa no le gustaba, que preferian otras aguas, en otros lados, etc.
Y yo sumergido en el sol y en el mar, sin saber nadar, sumergido en la arena, secandome con el calor o la arena, comiendo con arena, agradeciendo mi cerveza, echandome bloqueador en las viejas quemaduras, más cerveza más mar.
Termino el día, haciendo castillos con mis amigitos, lo corremos havia arriba varias veces, porque la poderosa marea nos sigue y nos destruye una y otra vez, pero somos unidos en nuestra lucha, tengo comprometidos colaboradores, torres y murrallas, tuneles y fosos, reparaciones y canales de secado. Me encuentros solo, las olas sorpresivas cubren mis piernas, mi cintura y el castilllo.
Levanto la mirado ante la risa de los adultos que ven sucumbir mi último castillo, sentados hace ratos embelezados en mis esfuerzos. Les recuerdo que solo aqui se pueden hacer castillos, orgulloso, porque solo en el mar la arena tiene sal, les digo. Claro no entendieron mi comentario ezquiso.
Bueno y mis colaboradores?, encontraron algo más divertido que hacer?, les dio hambre y sed, bueno son más maduros que yo no?. Porque igual ellos tienen paseos infinitos a la playa por delante, incluso en algún momento quieran decidir que no les gusta.
Yo por mi parte una vez en el año, hasta ahora en promedio, me he podido escapar hasta este refugio de la contemplación y de los castillos.... de arena.
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