Omar Cid Maureira: Volviendo a la Máquina

20070925

Volviendo a la Máquina



Siento que fue hace tan poco, hace tan pocas horas que descubrí el “Fantasma en la Maquina”, y en el instante me autodeclaré partidario de los ya alicaídos fantasmas, que ese era mi comunidad, mi destino político. En eso estaba, cuando cayendo la noche (su lugar favorito de este mundo) hace su aparición, en tiempo real, su majestad la máquina.

Son estas aspas que cada cierto tiempo bajan en coreografía lacerante a cortarme en mil pedazos. Esos momentos de metal gris y llovizna, que me destripan mis sueñosfantasmas, que por tanto ir y venir a un ritmo trepidante, agobiante; y me quedo en fantasma, y ya no sueño.

Y así de improviso estoy en la Maquina, dentro de ella, la vuelvo a ver, a ser parte de ella y de alejarme del recuerdo dulce de mi alma, de lo que ya parece un fantasma. Solo siento sus engranajes y rueditas ruidosas, y no puedo escuchar el fondo oscuro de mi propia voz.



Si, me enfrentó en la calle, me enfrentó desde un rincón frío de mi alma, me dijo que él tenia el poder, o que yo ya se lo había dado. Que aquí los ‘elementos’ dominan, los elementos, no quienes los crearon. Que me fuera con cuidado; que por esta vez me perdona.

Y yo que mientras ya casi ni me escuchaba, creí entender en mi voz trémula: “…entonces que fuera más humilde, no pretendiera que mis sueños, mis deseos, mis fantasías, …creyese a caso, que fueran algún día movilizar un pistón fuera de esta gran máquina”.



Que no por nada yo era fantasma y ellos, todos ellos eran la Máquina. Y que yo solo era otro más de los entusiastas e inmaduros, que por suerte divina…. ya quedan pocos. Gracias al azar.

Martes 11 de las 11:30; hasta el 12:08 del 12 de Septiembre del 2007 fcaocm.

2 comentarios:

Pablo Reyes dijo...

Mi querido Gasparín...
Te acuerdas de esa película sensiblera llamada Ghost?? donde un patético y llorón Patrick Swayze lo mataban y no podía volver donde su bella y más afrancesada que nunca Demi Moore salvo como un fantasma (más patético y llorón)...
En esa película, otro fantasma (un poco más agresor), en el metro, le enseña al llorón a materializar su energía fantasmagórica, lo que le permite mover moneditas y weas así paraboleando el poder personal.
¿Donde está tu fantasma del metro??

Recomenzar dijo...

Fascinante blog