Las redes como espacio de apoyo, de espejo personal, para compartir.... y desde lo individual ser parte de una red, es ser parte de algo mayor, sería en el corto plazo, un buen negocio, porque se accede a información, a recursos, a soluciones, a nuevas ideas, a nuevas conversaciones, a viejas conversaciones, y a mirarse desde la perspectiva de quienes componen nuestras redes.
Quienes las conforman?, a quienes llamamos parte de nuestras redes?, ¿a quienes podemos acudir, a conversar?, a ofrecer?, de donde y de que calidad es nuestro tejido: Familiar, vecinal, social, económico, de aprendizaje?, hasta donde llega? cuales son sus fronteras?, en donde reina aún la oscuridad.
La red como una oportunidad personal para lograr objetivos, metas, sueños, la red que facilita la vida, que me permite de alguna forma ser feliz, incluso cuando creo que no lo soy.
Y la red, puede acudir a mi?, cuando puede?, que le ofrezco?, que pueden buscar en mi?, desde donde le doy vuelta al asunto?, una y otra vez, es si esta figura es solo una buena posibilidad más, o más bien las redes que he cosntruido, de la que he sido parte, de las que sere parte, son en si la única posibilidad, llena de posibilidades?
No seré yo, como ser social, en donde se anuda, como eslabón la red, mi red, soy nodo de una red que me supera, y de la cual soy esencial?; ¿representará mi huella social la red que he tejido, y de mi territorio, mi comunidad.
La red como comunidad donde yo soy uno más, la red en la que, si no estoy, pierde poder y también yo.
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